Una vez más el jazz cumplió su propósito de crear universos alternos bajo el manto sagrado de la improvisación, según el axioma dado por nuestro estimado historiador del jazz mexicano Alain Derbez (“el jazz es la poética de la improvisación”).
Las fotos que acompañan al presente texto son una suerte de memoria gráfica del tercer concierto realizado en Unas Letras: industria cultural desde el pasado mes de octubre, dentro de un ciclo de jazz yucateco en donde hemos aprovechado la presencia temporal en estas tierras de músicos geniales como el guitarrista Armando Martín, quien estará residiendo en Mérida hasta septiembre de 2006 en virtud de haber recibido la beca de “Creadores con trayectoria” del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes; el saxofonista y clarinetista neozelandés Blair Latham, quien desafortunadamente dejará el Estado a finales de enero próximo por motivos laborales; el contrabajista Oscar Terán, quien radica en Xalapa y quien realizó el heroico viaje a esta ciudad justo antes de salir para Barcelona, España, horas después del concierto; y por último el fino baterista Francisco Barrera, quien está por finalizar la carrera de Jazz en la Escuela Superior de Artes del INBA, ubicada en la ciudad de México y en donde, entre otras cosas, es el baterista principal de la Big Band de dicha institución.
Brevemente, el concierto consistió en dos sets de aproximadamente una hora cada uno, inaugurados por unas palabras de Armando Martín en donde explicó que el concierto consistiría básicamente en improvisaciones libres debido a la falta de ensayos del cuarteto. Para los que aún no nos hemos adentrado en el mundo del jazz, esto puede parecer una falta de profesionalismo o incluso una maniobra arriesgada de los propios músicos, al tocar sin haber ensayado previamente, pero en realidad esta situación puso a los miembros del cuarteto en un estado sobrenatural de alerta, afinando sus habilidades intuitivas y fomentando incluso una verdadera telepatía que constituye precisamente la “poética” de la que hablaba nuestro querido maestro Alain.
Además de sus improvisaciones libres, el cuarteto interpretó standards de jazz como la clásica balada “Stella by starlight”, el bebopero tema “Rhythm-a-ning” de Thelonious Monk, y las piezas “Equinox” e “Impressions” de John Coltrane, en donde el saxofonista Blair Latham brilló con una fuerza incandescente. Otros momentos favoritos del concierto fueron los solos de guitarra de Armando Martín, que combinaban la fuerza expresiva del free-jazz más auténtico con los ritmos roqueros de guitarristas como Wayne Krantz o Bill Frisell; el solo de batería de Francisco Barrera en el tema de Monk, en donde tocó la melodía nota por nota arrancando gritos del público asistente; y en general toda la actuación del contrabajista Oscar Terán, quien dio lecciones de solidez rítmica, astucia armónica y elocuencia melódica.
El concierto finalizó con unas palabras de agradecimiento de Armando Martín al público y a Unas Letras por fomentar estas inolvidables noches... . ¡Estén pendientes, que el ciclo de jazz continúa en enero!
- Gerardo Alejos Victoria