miércoles, agosto 31, 2005

Cuarto capítulo de JIRAFALES

Continúan las aventuras del Nutria, desde Santiago de Chile. ¡Cada vez se acerca más a México!

¡Lean JIRAFALES!
¡Lean JIRAFALES!
¡Lean JIRAFALES!


Escuchando: Willie Colón y Héctor Lavoe, "Guajira ven".

lunes, agosto 29, 2005

Dos del PRI

De la Jornada de hoy, el primero es de Helguera y el otro de Rocha.



domingo, agosto 28, 2005

Dreaming of the master

Todo empezó anoche que fui a Slavia a ver a Malena y a su amigo Sunish, hindú-americano que estuvo con ella en el Tibet y quien vino de visita de Monterrey. Un tío de Sunish había conocido en la India a Don y Paula, instructores de yoga de aquí, y Sunish les habló para reunirse en Slavia. Don (quien da la casualidad que es maestro de yoga de Hernán) resultó ser un ferviente aficionado al jazz. Le conté sobre lo que había significado haber visto a Wayne Shorter en el DF (en febrero, con Santiago, Armando, Malena y Pável) y su profundo mensaje de aceptación de la muerte como una transición natural. Él nos contó sobre sus maestros espirituales, sobre por qué vino a México, sus experiencias en la India. Cada vez que hablaba transmitía una paz y una alegría formidables. Y sus reacciones ante lo que decíamos los demás eran excepcionales, sumamente sinceras y esencialmente alegres. Eso fue lo que me impactó: una persona a la que le causara tanta alegría convivir con otras personas. Recuerdo el ejemplo que puso de por qué debemos buscar maestros, dado que el contacto con un hombre elevado prácticamente obliga al menos elevado a subir su nivel; yo respondí que lo mismo pasaba en el jazz al poner a un músico joven con un maestro, y él asintió con una vitalidad envidiable. Ya quisiera yo ser capaz de maravillarme así ante lo externo.

Regresé a casa y me dormí. Aún estoy saliendo de una calentura y dormí en la cama con ropa. Tuve un (o digámosle una primera parte de un) sueño interesante que ahora soy incapaz de recordar y relatar coherentemente. Pero la revelación vino después. Ya casi al despertar, aproximadamente a las 9 de la mañana, me vi (durante la segunda parte del sueño) en la casa de mi abuelo en Chelem. Estaba yo con otra persona, y por alguna circunstancia empezamos a hablar de cuestiones espirituales. La casa era igual que todas las veces, al mediodía, con ambas puertas abiertas dejando entrar el sol y la brisa. La otra persona y yo estábamos sentados frente a una pared, hablando, más o menos donde generalmente ponemos la TV cuando vamos a Chelem. De repente escuchamos una opinión que venía de detrás de nosotros. Volteo a ver y al instante comprendí que estaba viendo a un maestro, a mi maestro. Un hombrecito casi calvo, sin varios dientes, asiático y de ojos marcadamente rasgados. A él lo seguían un grupo de niñas uniformadas, tipo girl scouts japonesas, que caminaban alegremente por la casa. El hombre era la encarnación de la sabiduría; la sabiduría viviente, digamos. Brillaba. Cuando sonreía sus ojos se le cerraban chistosamente. Ahora mientras escribo esto y escucho a la big band de Wynton Marsalis tocando “A Love Supreme” los ojos se me inundan de lágrimas por segunda vez durante el día. Mi maestro. En el sueño yo de alguna forma no lo conocía, pero de inmediato reconocí su valor y me puse a hacerle preguntas. El maestro se sentó y empezó a hablar con una calma maravillosa, como aquel maestro argentino que fue una noche a la clase de yoga de Violeta y quien me dijo que la conciencia nunca interrumpe durante la meditación. Recuerdo que (ahora, en el sueño) le pregunté al maestro, no con estas palabras, si debíamos desconfiar de quienes parecen estar demasiado jóvenes para la iluminación. El maestro sonrió y me hizo un símil con las carreras de caballos, diciendo esencialmente que hay quien empieza la carrera más adelantado, y que por lo tanto no podemos fiarnos de la edad o de la imagen física, sino que hay que fijarnos en lo que hay detrás, en las acciones. Recuerdo que dio mucha importancia a las acciones pasadas. Escribo estas palabras y la sabiduría del maestro se me escapa de las manos como granos de arena; así de hermosas, profundas y elocuentes eran sus palabras. Mientras platicábamos estuvimos sentados uno frente a otro, yo con mi espalda dando a la puerta del cuarto y él con su espalda dando a la mesa del comedor. Las niñas seguían pasando, alegres.

En algún momento de nuestra plática desperté. Apenas tomé conciencia de que estaba despierto, al ver que la luz entraba por la ventana, quise regresar al sueño a seguir hablando con el maestro. (Ahora escucho al genial Tisziji Muñoz con una rola que cae como anillo al dedo, “Happy sadness”). Sin embargo, al darme cuenta de que la imagen del maestro era ya un recuerdo de algo que había pasado, de que esa experiencia había entonces terminado (no obstante que uno pueda seguir regresando, cuando vuelva a llegar el momento), me invadió una rara tristeza. Lo maravilloso fue que en ese momento recordé el rostro del maestro, su sonrisa con los ojos casi cerrados (y por tercera vez se me salen las lágrimas al recordar la sonrisa del maestro), y lo único que pude hacer fue sonreír yo igual y dar las gracias desde lo más profundo por habérseme permitido ese momento con mi maestro. En ese instante y de la forma más súbita se me inundaron los ojos de lágrimas y empecé a sollozar alegremente. Incluso reía y seguía llorando, sacando lágrimas.

Y aprovecho ahora para darte las gracias una vez más, maestro.

viernes, agosto 26, 2005

Repisa de CD's

miércoles, agosto 24, 2005

¿Alianza PRI-PAN para las elecciones de 2006?

"En el PAN, la caballada no es flaca ni gorda, sino enana. Lo mismo para Los Pinos que para la jefatura del gobierno capitalino: poca alzada competitiva. En el fondo de ese proceso de acelerado empequeñecimiento del partido que presuntamente ha tenido el poder federal está la pareja presidencial: "Querida, encogí al partido", podría decir a su esposa un señor alto, de bigotito, recordando la cinta dirigida por Joe Johnston en que a causa de experimentos equívocos reduce a sus hijos el científico despistado Wayne Szalinski (nombre que nada tiene que ver con que alguien haya gobernado en estos años en una versión de Salinas, pero a lo toro).

La triple C panista (Creel, Cárdenas y Calderón) parecería destinada justamente a que cualquiera de ellos que fuese designado candidato presidencial obtuviese un tercer lugar en los próximos comicios. En el plano capitalino las armas panistas no tienen ni pizca de gloria; tan raquíticos son los perfiles de la cosecha de la casa que los patronos están buscando alternativas externas desesperadas. El jardín blanquiazul bonsái, como se ve, no da con sus propias hechuras más que para presencias testimoniales en los comicios para renovar los dos cargos ejecutivos más importantes del país.

Frente a ese diagnóstico de naufragio venidero no queda ni siquiera la demagogia. El ocupante formal de la dirigencia partidista, Manuel Espino, ha sido borrado del escenario debido en gran parte a su propia talla política retaca, y el control político del panismo pareciera estar en manos de la jefa máxima del poder conyugal. El relevo previsto para encarar la caída creelista, Alberto Cárdenas, ha quedado también convertido en poni negro cargado de culpas ecológicas graves. En tales condiciones, el PAN pareciera condenado simplemente a presenciar el arribo del perredismo al poder o el retorno del priísmo a Los Pinos. De allí que corra la versión de que frente a la amenaza amarilla que significaría un peje actualmente convertido más bien en liebre, los panistas pudiesen intentar con los priístas una insólita alianza explícita que cerrara el paso al puntero indeseado y a sus cascadas electorales triunfantes como la prevista en la capital del país. Al PAN, en todo caso, le sería menos punzante llegar a negociaciones con el PRI que, entre otros puntos, pasaran por el compromiso de impunidad de la pareja imperial cuando deje el poder".

-- Julio Hernández López, en su columna Astillero de la Jornada de hoy.

martes, agosto 23, 2005

Tercer capítulo de Jirafales

Ha sido publicado el tercer capítulo de JIRAFALES, presentando ahora a la genial Sophie Christmas, desde Tijuana, capital mundial del vicio.

sábado, agosto 13, 2005

Segundo capítulo de JIRAFALES

Atención:

Hemos publicado el segundo capítulo de "Jirafales". Ha llegado mi turno de presentar al Antibalas —cuyo dibujo y biografía se encuentran a continuación— un excéntrico barbaján del centro de Mérida. Habrá una entrega nueva de un autor distinto cada viernes.



Ocupación: Ninguna fija. Es lo que en el sureste de México se conoce con los términos maya/español x-ma oficio (pronunciése "ishmaoficio"), o quien no tiene ningún oficio de provecho. Durante el día, trafica drogas suaves al menudeo y hace los mandados, encargos y favores sencillos de uno de los jefes menores de la mafia de asaltantes de turistas del centro de Mérida, cuyo éxito deriva conjuntamente de una más que amistosa relación con la policía municipal y del artilugio de que los asaltantes pretendan ser vendedores de artesanías, guayaberas o hamacas. Conoce a toda la fauna que labora o vive en el centro de la ciudad. Es bueno con las palabras y rápido para correr en caso de trifulca. Le dan miedo las armas y nunca ha matado a nadie. Sin embargo, se precia de conquistar fácilmente a cualquier extranjera.
Lugar: Vive y se desempeña en Mérida, Yucatán, aunque a través de los "trabajitos" que le encargan ha logrado viajar por toda la Península del Caribe e incluso cruzar la frontera hacia Belice. Sin embargo, aún vive en casa de su madre. De su padre sólo conserva borrosos recuerdos y un disco en vinil de la Sonora Santanera.
Descripción física: Moreno, gordito pero extrañamente ágil y flexible. Pelo negro. Siempre viste camisas de la selección mexicana de fútbol o de equipos europeos como Real Madrid o Milán, aunque no es propiamente aficionado al fútbol. En realidad no es aficionado a nada. Por ejemplo, vende drogas pero nunca las consume. Casi nunca lee el periódico pero siempre está enterado de las cuestiones locales y políticas y, de alguna forma, sus opiniones siempre resultan acertadas. El cine lo hace llorar invariablemente. No disfruta de la comida más de lo necesario.
Edad: 26 años, aunque afirme tener 33.

¡Lean "Jirafales" y comenten!

Vuelve

viernes, agosto 12, 2005

Martes de la semana pasada, en mi terraza


Yo, Madariaga, Víctor Pavón, el Dani, Santiago, Mónica y Deysi Loría & Kish gangstas.



El Sata, yo y Laura. Y una caguama de Superior.

jueves, agosto 11, 2005

La sabiduría de Rubén Blades

"Oye latino, oye hermano, oye amigo / nunca vendas tu destino / por el oro ni la comodidad. / Nunca descanses / pues nos falta andar bastante / vamos todos adelante / para juntos terminar / con la ignorancia / que nos trae sugestionados / con modelos importados / que no son la solución. / No te dejes confundir / busca el fondo y su razón / recuerda, se ven las caras / pero nunca el corazón".

Rubén Blades, en la pieza de 1976 "Plástico" del mega disco Siembra, cortesía del doctorcito Ruiz.

martes, agosto 09, 2005

Primer capítulo de "Jirafales"

Atención:

Hemos publicado la primera entrega de "Jirafales". Conozcan al Nutria, desde Santiago de Chile.

miércoles, agosto 03, 2005

Graffitis en el muro de Palestina

Después de que el artista gráfico inglés Banksy pintara nueve graffitis en el muro ilegal que separa Israel de Palestina, un anciano palestino le dijo: "Tus pinturas hacen que el muro se vea hermoso". Banksy, conmovido, agradeció el comentario, a lo que el palestino respondió: "No queremos que el muro sea hermoso, lo odiamos. Vete a casa".

--Tomado del periódico británico The Guardian.