A continuación hay una posible explicación de ese fenómeno interesantísimo que nos permite recordar nota por nota desde momentos musicales sublimes como el solo de Bix Beiderbecke en "Singing the blues" (o el de Adrian Rollini en "Beatin' the dog", o el de Johnny Dodds en la versión de "Beale street blues" de Jelly Roll Morton, o el de Bunny Berigan en "I can't get started", etc.) hasta verdadera basura como una canción de Britney Spears o de Moenia o algún grupo de electro-pop español, rato después de haberlas escuchado voluntaria o accidentalmente o en la más abyecta violación a nuestra tranquilidad o en el momento más inoportuno posible. Sobre el tema, hay un libro publicado por Paidós que se llama “La música y la mente”, de Anthony Storr. Esta nota fue tomada del sitio en español de la BBC.
“Memoria con ritmo
Un grupo de científicos en Estados Unidos dice haber encontrado la razón por la que una melodía queda sonando en la memoria.
Las canciones se "enganchan" a la memoria por una reacción auditiva en el cerebro.
El equipo perteneciente a un instituto en Dartmouth localizó el área del cerebro donde una canción se "engancha" a la memoria humana.
El trabajo de investigación consistió en exponer a varios voluntarios a diferentes melodías para observar su reacción.
Después de monitorear la actividad en el cerebro, los científicos hallaron un área en la corteza auditiva, la cual coordina la información desde los oídos.
Cuando las melodías dejan de sonar, la actividad en la corteza continúa e incluso los voluntarios aseguraron que podían seguir "escuchando" las canciones en su cabeza.
Anteriormente, diferentes investigaciones habían concluido que las canciones se volvían "pegajosas" por causa de una "picazón en el cerebro" que sólo podía ser controlada al repetir la melodía.
El grupo de científicos de Dartmouth pidieron a los voluntarios escuchar diferentes canciones, conocidas o no, que contuvieran letras o fueran exclusivamente instrumentales.
Entre las melodías que se incluyeron en la lista se encontraron las de "Satisfacción" de los Rolling Stones y la música de identificación de la Pantera Rosa.
David Kraemer, graduado del departamento de Psicología y Ciencia del Cerebro de Darmouth, explicó que "encontraron personas que no podían evitar que las canciones continuaran en su mente, y cuando lo hacían, la corteza auditiva permanecía activa cuando la música dejaba de sonar".
El estudio también determinó que el grado de actividad variaba si la música contenía lírica o sólo era instrumental.
La investigación, sostuvieron, podría indicar el camino para entender cómo se forman los elementos que actúan en la memoria de los seres humanos".
Escuchando: a Mose Allison, fantástico pianista y cantante de jazz, diciendo que "a young man is nothing in the world these days, but in the old days, a young man was a strong man", en la rola de 1957 Young man's blues. Ahora Mose suplica: "if you would be so kind to help me find my mind, i wanna thank you in advance". I say you'll find it, Mose.