jueves, mayo 13, 2004

Emoción, entusiasmo, nerviosismo. Y un poema.

Así es. Emoción, entusiasmo, nerviosismo. Algo así siento, cada instante, cada sombra, cada canción. Todo parece indicar que ya me tocaba. Esta parece ser mi hora.

El poema lo escribí hoy en la tarde, hace algunas horas. Todo empezó con una reflexión sobre la impostura intelectual, la pose de artista provinciano, la bien llamada actitud farol que cunde la vida cultural al igual que un enjambre de mosquitos hambrientos recorriendo la playa en busca de sangre. Y de ahí, me cayó el veinte de que en verdad nadie de mi generación, o de cualquier generación, tiene derecho a ostentarse como algo más de lo que realmente es. Un estudiante de lo que hace.

* * * * *

“Ninguno de nosotros es Coltrane”


Ninguno de nosotros es Coltrane
ninguno de nosotros es Picasso.

(Nadie entre nosotros es Pound o Kafka).

Nosotros somos fulano y mengano;
si acaso
(sólo si acaso)
zutano.