"No sé si podemos llamar a éste un periodo de transición [para México]. Me parece más bien un periodo de confusión total. Hay muchas confusiones. Creo que el tiempo de la protesta terminó. No voy ahora a discutir si a [Andrés Manuel] López Obrador le robaron o no las elecciones, no he sido fiscal de los votos, no los he contado, por lo tanto sobre eso no tengo opinión.
Se dice que sí, que López Obrador había ganado; se dice que no, que no había ganado. La protesta que siguió a todo eso creo que es legítima, natural, pero también digo que me parece que el tiempo de la protesta terminó, ahora es el turno de la política. En el Congreso hay suficientes diputados, más que suficientes, para una oposición fuerte. No es que no haya una izquierda en México, pero hay una izquierda dividida, polarizada, en algunos casos enfrentada y por ese camino no se llega a ninguna parte.
No voy a decir lo que tiene que hacer, pero si yo estuviera en el lugar de López Obrador intentaría, por lo menos, organizar la izquierda en México, aglutinarla, buscar un consenso de izquierda y para eso tiene seis años, nada más, nada menos, y preparar la victoria para 2012. Eso es a mi parecer lo que debería hacer y yo me disculpo por decir lo que no debería decir, lo digo como lo pienso y como lo siento.
Durante varios años López Obrador fue el foco de atención de la izquierda en México. Al mirar a este país desde el exterior, cuando pensábamos en la izquierda mexicana, quien la representaba era él.
No sé si ganó o no: perdió y el próximo primero de diciembre México tendrá un presidente. Yo no me llamaría a mí mismo presidente legítimo si he perdido las elecciones; creo que él debe pensar, sentarse a pensar sobre todo en México, no en sí mismo, situaciones como esas no son gran cosa, lo que importa es lo que es más grande que nosotros.
En este momento lo que este país necesita es que alguien se detenga a pensar en el futuro y el destino de México. Movilizar a la izquierda, organizarla para ganar las elecciones de 2012. Esa sería la tarea que pienso que debe hacer López Obrador, quien tiene cualidades políticas más que suficientes para ello, pero que me parece que ha perdido un poco la cabeza en todo este lío, en este proceso y todo eso. Es hora de recuperar la sangre fría y una vez más pensar en México.
De todos modos no van a faltar motivos para volver a la calle. No quiero decir que López Obrador se encierre en su casa, en su espacio, y que desde ahí trabaje para organizar la izquierda. Pero como este gobierno va a dar a los mexicanos motivos de protesta, no faltarán motivos para volver a la calle, pero no en este momento. Ahora es el turno de la política pero de una política muy consciente, muy seria que pase por encima de intereses personales o de orgullos heridos. Ahora lo que interesa es el pueblo mexicano."
-- dicho ayer en la Feria Internacional del Libro 2006 de Guadalajara, reportado por La Jornada. Interesante contrastar esto con la siguiente nota de Saramago de hace un año publicada durante el proceso de desafuero a AMLO.