"En el contexto de los 92 años de su natalicio (20 de noviembre de 1914) y en el trigésimo aniversario de su muerte (13 de abril de 1976), ayer fue recordado en el Colegio de México (Colmex) el escritor y militante comunista José Revueltas, uno de los más influyentes pensadores de la izquierda mexicana.
El recordatorio se hizo en forma de un homenaje organizado por el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios del Colmex, en cuyo contexto Carlos Monsiváis evocó al militante precoz y su repetidas estancias en la cárcel; al comunista convencido y después desencantado; al "escritor radical por antonomasia, el que renuncia a su obra si le estorba en su militancia, el que no le permite a su militancia entrometerse en su indagación de los límites de lo humano".
Cuando Monsiváis lo conoció, Revueltas ya portaba un aura legendaria como ex presidiario político en las islas Marías; ya era el argumentista de películas de María Félix y Dolores del Río: "No me esperaba su enorme sentido del humor, el regocijo a propósito de cualquier tema, la vocación de fabulador constante".
El autor de Los rituales del caos hizo un extenso recorrido por la vida y obra revueltianas, desde la década de los 20, cuando el Partido Comunista Mexicano, creado en 1919, se ve forzado a la clandestinidad y "un simpatizante de 15 años de edad conoce por primera vez la cárcel, en ocasión de una marcha al Zócalo que celebra el aniversario de la Revolución Soviética", durante la cual es el encargado de proteger la bandera roja. Los cargos: "rebelión, sedición y motín".
En la década de los 30, a los comunistas, "unos centenares, se les persigue esporádicamente, se les reprime con violencia, mucho más aguda en provincia, y se les aísla política y socialmente".
Revueltas, "comunista ejemplar", es deportado dos veces a las islas Marías: de julio a noviembre de 1932, y de mayo de 1934 a febrero de 1935: "Las prisiones señaló el cronista, le afianzan la fe y reafirman el proyecto literario y esto lo prueba su excelente novela Los muros de agua".
La semblanza presentada por Monsiváis llegó hasta el movimiento del 68, con el cual José Revueltas se comprometió sin reservas, y de hecho fue su figura emblemática. El gobierno se valió de esto para acusarlo y encarcelarlo como el autor intelectual del movimiento.
El homenaje a José Revueltas estuvo coordinado por Rafael Olea Franco. Además de las conferencia inaugural se llevaron a cabo tres mesas de discusión con la participación del propio Olea Franco (Del género novela y sus alrededores: El luto humano) y otros estudiosos de la obra de Revueltas, como la profesora investigadora de la Universidad de Guanajuato, Elba Sánchez Rolón, quien tituló su ponencia Los sobrevivientes: apuntes sobre la infamia en la narrativa de José Revueltas, donde señaló que "la narrativa de Revueltas lleva al extremo el rescate de la lengua de los vencidos en el habla de lo cotidiano".
La también ganadora del Premio Nacional de Ensayo José Revueltas, hizo notar que el escritor "hace hablar en sus textos a las prostitutas, los deformes y mutilados, los desposeídos, los prisioneros reales, los que no logran escapar al cautiverio de las ideas y los afectos".
-- tomado de La Jornada de hoy. El cartón de Revueltas es del Fisgón.