Un componente natural de la cannabis puede suprimir el apetito y abrir la puerta a una nueva clase de fármacos para tratar la obesidad, indicó un científico escocés.
El profesor Roger Pertwee, neurofarmacólogo de la Universidad de Aberdeen, Escocia, señaló que se sabe bien que la cannabis estimula el apetito, pero no muchas personas están enteradas de que la planta contiene también sustancias que producen el efecto opuesto.
"Hemos descubierto con sorpresa que la cannabis, así como contiene una droga que estimula el apetito, también tiene otra que lo bloquea", indicó Pertwee. Dicha sustancia se conoce como THCV y tiene estructura similar a la de otro químico de la cannabis, o canabinoide, llamado THC, el cual estimula el apetito.
Actualmente ya se utilizan medicamentos basados en el THC para incrementar el apetito de pacientes de sida que padecen trastornos de alimentación, y ahora existe la intención de probar y desarrollar el THCV para utilizarlo como fármaco contra la obesidad, añadió el científico.
La cannabis es rica en sustancias que pueden imitar -de manera en buena medida accidental- los canabinoides naturales endógenos del cerebro, que actúan como mensajeros químicos en las rutas nerviosas relacionadas con actividades como el control del apetito y el alivio del dolor.
"Estos canabinoides endógenos parecen actuar sobre las rutas de recompensa que van hacia el cerebro, para incrementar la satisfacción que se obtiene al comer", señaló Pertwee. "Sin embargo, esos químicos pueden tener efectos dañinos, por ejemplo incrementar el apetito y la acumulación de grasa, lo que puede conducir a la obesidad o al sobrepeso."
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
-- Tomado de la Jornada de hoy.