De La Jornada de hoy:
''Por ‘tintes políticos’ y por incluirse una ‘Virgen zapatista’, Alfredo Marín Gutiérrez, director del Museo del Carmen censuró la obra La comandanta Lupita, del artista Polo Castellanos, a unas horas de que fuera inaugurada este jueves la exposición Promesas guadalupanas, en ese recinto.
El artista, quien entregó la obra hace dos semanas al espacio ubicado en San Angel (Ciudad de México), dijo que Marín Gutiérrez ayer le dijo que su pintura no estaría en la muestra, debido a que ‘era ofensiva, de tintes políticos y que su contenido se salió del reglamento que rige al museo’.
La exposición colectiva que incluye además de pintura, escultura e instalaciones en torno a la Virgen de Guadalupe, aborda la imagen religiosa desde distintos ámbitos y perspectivas según la visión de cada uno de los creadores.
‘Parece que estamos en el Medievo y esto es un ejemplo de que cómo se maneja la cultura en el país; esa persona, que también fue el museógrafo y curador, no tiene calidad moral para censurar, coartar la libertad de expresión y violar mis derechos ciudadanos.’
Además, añadió, los museos no son cotos privados de algún ignorante porque ellos le pertenecen al pueblo. ‘Entonces me pregunto, ¿cuál es el mensaje que nos están mandando al sector cultural?’
Polo Castellanos describió su obra: ‘Pinté una virgen zapatista, tiene un paliacate cubriendo la mitad del rostro, la va cargando el pueblo y tiene una bandera nacional al fondo; es una obra muy nacionalista y en ningún momento atento contra la moral ni con los principios guadalupanos’.
Subrayó: ‘Es una virgen que nos pertenece a todos: zapatistas, panistas, priístas, es de todos’.
‘La imagen además -añadió- es idéntica a la que conocemos de las estampillas, tiene una mirada hermosa y existe ninguna ofensa, quienes hacen eso es esta gente de golpe de pecho y agua bendita’.
Incluso, dijo Castellanos, al cuestionarle vía telefónica al director del recinto la censura a la obra, me contestó antes de colgar el auricular que ‘era una obra política que no era adecuada par ser exhibida en un convento’.
‘Lo preocupante es que una persona tome ese tipo de decisiones, y mucho más si fue él mismo curador y museógrafo de la exposición’.
La muestra plantea que además de lo religioso la imagen de la Virgen se posesiona en el ámbito del ser y en el entorno cotidiano con su presencia constante y como símbolo de la identidad y de las raíces nacionales.''