lunes, julio 11, 2005

¿Por qué ofrezo gratuitamente mi música?, por Steve Coleman (parte II, final)


"Me han preguntado en muchas ocasiones cuál es la razón por la que ofrezco gratuitamente mi música.

Yo contesto, ¿por qué no hacerlo? ¿Es necesario que todas las cosas tengan un precio? En mi opinión, la música es un conjunto de sonidos organizados que pueden ser utilizados como símbolos sonoros para transmitir ideas a la gente. Dado que mi objetivo es comunicar estas ideas, ¿por qué no ofrecer gratuitamente mi música, facilitando su distribución a todo el mundo? Sin embargo, esta postura anticomercial se opone a los intereses de las empresas que se dedican al negocio de la música, tales como las casas disqueras, las grandes distribuidoras, las tiendas de discos, etc.

La razón por la que ofrezco gratuitamente mi música radica en la creencia de que ninguna persona debe ser propietaria de las ideas musicales. Creo que la gente debe ser libre de utilizar cualquier idea, sin que nadie deba necesariamente vender dichas ideas o hacer que otros paguen por utilizarlas. El concepto de una zona pública en donde las ideas puedan ser utilizadas para el beneficio de todos sin afán de lucro parece ser una utopía en nuestro mundo actual. La avaricia rige en todas partes y es la responsable de que exista el concepto de derechos de propiedad.

Sin embargo, no habría necesidad de ser propietario de cosa alguna a menos de que se tratase de un objeto cuya preservación o mantenimiento únicamente pueda ser llevado a cabo por su propietario, o si el propietario de determinada clase de bienes desea arrendar el uso de los mismos a través del pago de una cuota. El concepto de riqueza proviene también de la propiedad y el control de los medios y recursos.

Creo que las ideas deberían residir en una zona que sea pública para todas las personas. Se ha comprobado que el verdadero progreso se da cuando las sociedades comparten y desarrollan colectivamente las ideas. La antigua cultura egipcia es un ejemplo de esto, así como el desarrollo de Internet en los tiempos modernos. Es indudable que el crecimiento de Internet se debe a conceptos como el software de código libre, freeware y shareware. No obstante, el afán comercial ha restringido dicho crecimiento al imponer los conceptos de derecho de propiedad, propiedad exclusiva o restringida, y la obligación de pagar para adquirir una información que en muchos casos se encuentra disponible gratuitamente.

A pesar de que no sería práctico, bajo los parámetros de nuestra sociedad, tener un clima que propicie que las ideas y la información estén disponibles para todos, considero que deben existir zonas en las que dichas ideas puedan ser utilizadas libremente por cualquier persona. Y creo que esto aplica especialmente a las ideas creativas y al pensamiento basado en la inspiración.

No obstante, la gente me pregunta: “¿cómo vas a mantenerte y ganarte la vida si regalas tu música?”. Realizar grabaciones cuesta dinero; es necesario cubrir el sueldo de los ingenieros y de los músicos, así como comprar ciertos materiales. Yo replico que no es necesario poseer la mentalidad de que uno debe obtener un lucro o una ganancia por lo que produce. Si una persona posee convicciones férreas y un impulso para consumar su trabajo, esa debería ser su motivación para todas las acciones que realice.

En primer lugar, el dinero no es algo que exista en la realidad, sino que es un concepto que hemos acordado utilizar, es simplemente otra idea. Y esta idea específica no tiene valor alguno a menos de que toda la gente convenga en darle un valor. Hablando en términos generales, el deseo, la búsqueda y la obtención del dinero provocan un efecto negativo en la mente humana. Podemos concluir que la búsqueda del dinero y, en general, de lo material, es una barrera para el desarrollo espiritual.

Regalar la música no presupone que todas las ideas deban ser ofrecidas gratuitamente. Pero existen personas que no poseen los recursos para adquirir dicha música o nunca se interesarían en ella si tuvieran que pagar para conseguirla. Para estas personas y para todos aquellos que han comprado y apoyado a la música con anterioridad, debería existir una zona en donde puedan escuchar música gratuitamente. Sueño con llegar al punto en que la mitad de la música que produzco esté disponible gratuitamente. Y pienso que lo mismo debe ocurrir con otras ideas relativas a la música como la educación musical, la teoría armónica, su filosofía, etc.

Seguiré realizando presentaciones en vivo aunque éstas no puedan ser gratuitas, dado que al menos tengo que cubrir el sueldo de los integrantes de mi grupo y de mis representantes. En ocasiones yo percibo una cierta ganancia por los conciertos que realizamos, en otras ocasiones sólo recupero mi inversión y en otras acabo perdiendo dinero. Sin embargo soy capaz de ganarme la vida. Cuando salimos de gira no empleamos a grandes brigadas de asistencia técnica, ingenieros de sonido y equipo tecnológico. Nuestras giras no son grandes operativos y nadie se vuelve rico debido a ellas. Cualquier dinero adicional que percibo es utilizado para investigación, desarrollo de ideas y viajes a lugares cuya infraestructura prácticamente impide que obtengamos una ganancia. Mi grupo ha realizado giras en países como Cuba, Senegal, la India, y prácticamente en todos esos casos yo he cubierto los gastos.

Deberían existir ideas y conceptos que puedan ser utilizados libremente, con el fin de contribuir al desarrollo de las personas.

Paz,

Steve Coleman".

--Traducido por: Gerardo Alejos