-- De la columna Astillero de Julio Hernández López, desenmascarador político por excelencia. Tomado de La Jornada.
"Una verdad jurídica es que Enrique Salinas de Gortari estaba siendo buscado por la Interpol (¡oh, cuán difícil fue para la policía federal encontrarlo antes de que muriera!) y que sus sabidos enredos con las cuentas supermillonarias de su hermano Raúl Salinas le tenían en ruta hacia la cárcel. De hecho, el apresamiento, y una eventual delación contra su hermano mayor, podrían haber retrasado o complicado los arreglos de elite que se realizan para que Raúl salga en libertad lo más rápido que sea posible, e incluso podrían haber dañado seriamente al activísimo Carlos Salinas que cree que si triunfa su estrategia de ocupar hoy el vacío foxista, y luego retomar Los Pinos, podrá iniciar su reconstitución pública y su ansiada reivindicación histórica (recuérdese que los tratos de negocios no son muy apacibles entre los Salinas, como lo demostró Ernesto Zedillo con aquel famoso audio tomado de una conversación telefónica entre Adriana y Raúl, con referencias muy claridosas hacia Carlos)...".