viernes, junio 20, 2008

Se publica estudio científico sobre experiencias de pacientes al borde de la muerte

Es un fenómeno del que hemos escuchado a menudo pero nunca ha podido comprobarse: lo que experimenta un ser humano al estar al borde de la muerte. Ahora una nueva investigación científica sobre las experiencias cercanas a la muerte de pacientes en terapia intensiva, intenta responder si éstas realmente ocurren.

(El libro en cuestión) es una publicación académica escrita por una enfermera que tomó 10 años de investigación y está dirigida a estudiantes de medicina y bibliotecas universitarias. El libro cuenta las experiencias de pacientes que sufrieron infartos y estuvieron al borde de la muerte. Los individuos hablan de circunstancias en las que se vieron fuera de su cuerpo, o de un túnel que los conducía a una luz brillante donde se reunían con sus seres queridos.

En 1998 Penny Sartori, enfermera de terapia intensiva de los hospitales galeses de Singleton y Morriston, se dio cuenta de que había muy pocos datos de referencia disponibles para enfermeras y trabajadores de salud sobre este tipo de experiencias. Fue por eso que en 1998, tras obtener aprobación ética, decidió investigar lo que ocurre cuando un paciente tiene una experiencia cercana a la muerte o ECM.

Recuerdos

Sartori siguió los casos y entrevistó a unos 300 pacientes en las unidades de terapia intensiva y obtuvo 15 narraciones completas sobre este tipo de experiencias. El resultado es el libro "Experiencias Cercanas a la Muerte de Pacientes Hospitalizados en Terapia Intensiva. Un Estudio Clínico de Cinco Años".

"Llevé a cabo el estudio con una amplia variedad de pacientes en terapia intensiva, incluidos los que estaban muy enfermos pero no cerca de la muerte", dice Penny Sartori. "Obtuve los mejores resultados cuando estudié a pacientes de infarto que estuvieron al borde de la muerte".

"Al final 15 pacientes pudieron narrar sus experiencias cercanas a la muerte y descubrí que habían experimentado situaciones comunes", agrega. Sartori encontró que la gente que pasaba una ECM se veía "flotando sobre sí misma y que el techo se había disuelto".

"Los pacientes también fueron capaces de recordar con precisión lo que había ocurrido en la sala, a pesar de haber estado inconsciente y de haber tenido los ojos cerrados". Los individuos, dice Sartori, contaron asimismo que se veían viajando por un túnel hacia una luz brillante.

Algunos dijeron haberse reunido con una figura que les decía que "su tiempo no había llegado todavía" y otros se habían reunido con parientes muertos y se habían comunicado con ellos por telepatía. "Ciertos pacientes informaron que vieron toda su vida proyectada en un instante", afirma.

La autora explica que muchas de las experiencias cercanas a la muerte por lo general pueden explicarse por el efecto de las endorfinas (sustancias químicos que libera el organismo como respuesta a la ansiedad o el dolor), los niveles anormales de gases sanguíneos, o los bajos niveles de oxigeno. Sartori, sin embargo, midió estos tres factores y los tomó en cuenta cuando llevó a cabo el análisis de los informes de los pacientes.

Al final de estas ECM algunos pacientes contaron que flotaron de regreso a su cuerpo, y otros sintieron como si despertaran súbitamente.

Conciencia

Según la investigadora a pesar de que sólo 15 pacientes lograron describir sus experiencias cercanas a la muerte, cree que éstas son mucho más comunes. Sin embargo, para algunos enfermos es más difícil recordar el evento después de un episodio tan grave y de haber estado inconsciente.

"Es como cuando olvidamos un sueño al despertar", dice la autora.

Penny Sartori intenta ahora continuar investigando sobre el fenómeno de ECM y lo que ocurre con estos pacientes. "No creo que se trate simplemente de que existe vida después de la muerte", afirma la autora. "Más bien se trata de lo que es la conciencia y la forma como la definimos".

La ciencia define a la conciencia como un subproducto del cerebro, pero como señala Sartori, quizás estamos rodeados por la conciencia y el cerebro, en lugar de controlarla, es sólo un mediador o una antena.

"Es un tema fascinante -afirma la investigadora- y es muy emocionante poder seguir investigándolo".

La publicación tiene un costo de US$170.

- Tomado de BBC Mundo en Español.