martes, marzo 06, 2007

"Lo real viene a ser aquello que puede tener una reproducción equivalente": Jean Baudrillard (1929-2007)

A los 77 años de edad falleció este martes el reconocido y controvertido filósofo y sociólogo francés, Jean Baudrillard. Considerado uno de los principales representantes del pensamiento postmodernista y postestructuralista, su trabajo se centró en cómo la consciencia interactúa entre lo real, lo social y lo simbólico creando un mundo de "hiperrealidad" y "simulación".

Su amplia como diversa producción intelectual le valió amores y odios, ya sea al hablar de la muerte de las "masas", al negar la existencia de la primera Guerra del Golfo (1991) o caracterizar los atentados del 11 de septiembre de 2001 como el "evento absoluto". Gran parte de su interés estuvo centrado en cómo los medios de comunicación contribuyen a la construcción de sentidos y significados de modo que las "imágenes" de las cosas y los hechos terminan precediendo o superando a la genuina realidad.

En esta línea de pensamiento, para Baudrillard, si existió la operación que lanzó Estados Unidos contra Saddam Hussein en 1991, sólo lo fue en un nivel simbólico. Hussein no combatía contra las fuerzas aliadas, sino sacrificaba las tropas para preservar el poder. Las fuerzas aliadas no combatían a Hussein, sino lanzaban miles de toneladas de bomba para persuadir y persuadirse de que había un enemigo. Los medios de comunicación occidentales actuaban en cierto modo como cómplices creando una guerra en "tiempo real" generando la noción de dos enemigos en conflicto.

La famosa cláusula de Clausewitz de que "la guerra es la política por otros medios", se había convertido según Baudrillard en "la continuación de la ausencia de políticas por otros medios". Su conclusión -que por cierto recibió fuertes críticas- era tajante: la guerra no existió. En lo político poco y nada había cambiado, ni el enemigo había sido derrotado ni los triunfadores eran victoriosos.

En forma contraria, en su ensayo "El espíritu del terrorismo" el pensador francés calificó a los ataques contra las torres gemelas como el "evento absoluto". Para él no se trataba de un choque de civilizaciones o religiones, sino la reacción "simbólica" a la contínua expansión de un mundo basado únicamente en el intercambio comercial. Ni el espectro de Estados Unidos es el único lugar donde la globalización toma cuerpo ni el espectro del Islam es la corporización del terrorismo. Para Baudrillard lo que constituye el 11 de septiembre como evento absoluto es el escenario donde la triunfante globalización combate contra sí misma y "las torres se caen por su propio peso".

Influenciado por el surrealismo, en su libro "América" Baudrillard llega a decir que Estados Unidos es un desierto, un vasto vacío cultural donde lo real y lo irreal están tan fundidos que las distinciones desaparecieron. Y tanto en el país del norte como en todo el mundo, las masas de las que hablaba el marxismo han desaparecido simplemente porque con la ayuda de los medios de comunicación todo el mundo se ha "masificado".

En este mundo, donde los objetos siempre dicen algo sobre quienes los usan y donde los individuos como consumidores se ubican dentro de un sistema de signos, hasta las necesidades humanas pueden llegar a no distinguirse. En efecto, para esta teoría de la sociedad gobernada por un sistema de consumo suntuoso y de sacrificios, las necesidades (con las cuales se mueve el mercado) son generadas ideológicamente.

Pero es real, Baudrillard murió este martes en París, aunque nadie sabe en qué nivel de realidad dio su último adiós. Tampoco se sabe qué última respuesta dio a su investigación detectivesca abordada en su libro "El crimen perfecto" (1996), la del "asesinato" de la realidad.

Según su visión, para resolver ese crimen había que entender primero los procesos sociales y tecnológicos por los cuales la realidad simplemente se había esfumado bajo bajo los destellos del "tiempo real" de los medios de comunicación. Pero contrariamente a lo que uno puede presentir, el pensador francés no se lamenta por esta desaparición, sino simplemente la considera "el hecho más importante de la historia moderna".

La filosofía y la ciencia postmodernas sí lamentan la muerte de Baudrillard.

- Tomado de BBC Mundo en Español.