Me gusta escribir siempre que me siento frustrado. Como ahora. La frustración es hermana de la impaciencia, ni quien lo dude. Y pocas cosas pueden llegar a frustrar tanto como una mujer. Especialmente si uno es capaz de verse nítidamente a sí mismo en los ojos de esa mujer. A través de sus ojos. Sus hermosos, amigables, verdes y amarillos, sensuales, deliciosos ojos.
Escuchando: Albert Ayler, "Music is the healing force of the universe", que aunque cause sorpresa es una excelente opción para escuchar a la una de la mañana. ¡Viva don Alberto Ayler!