"En caso de que el PRI llegue a recuperar la Presidencia de la República, una de las fechas notables de ese proceso habrá de ser la de ayer. Mientras los punteros de los demás partidos sufren embates desgastadores, las familias del gran cártel tricolor cierran filas en torno al jefe mejor colocado y desde ahora apuestan sus capitales (incluso los de origen lícito) a la carta marcada (pintada) que les ofrece generosa repartición de botines y territorios al término de la guerra electoral contra bandas no priístas que se avecina".
--Julio Hernández López, en la columna Astillero de la Jornada de hoy.